miércoles, 16 de julio de 2008

¿PSICOLOGÍA O SICOLOGÍA?


A la consulta de si se debe escribir psicología o sicología, el ilustre y siempre atento profesor Sabogal, de la Academia Colombiana de la Lengua, me respondió lo siguiente:




Bogotá, 15 de julio de 2008

Señora LILIANA TAFUR

Correctora de estilo



Cordial saludo, doña Liliana:

Con relación a la palabra psicología y su alternancia sicología le informo lo siguiente:
La primera entró a la décima edición del Diccionario académico, salida a luz en 1852; la segunda, a la decimoctava edición, publicada en 1956. La razón por la que se admitió esta última alografía fue porque «la Academia, en las nuevas normas de prosodia y ortografía de 1959, aceptó una propuesta de Casares1 (1952) en el sentido de que todas las palabras que aún se escribían con ps- inicial se igualasen a aquellas que, con el mismo origen, ya se escribían con s- inicial, pero siguió y sigue prefiriendo la escritura del grupo culto, especialmente en las voces que comienzan por psic- o psiqu-: psicología, psiquiatría, etcétera».
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Sin embargo, como dice el académico español Manuel Seco Reymundo, «interesa tener presente que no solo la Academia, sino el uso culto en general, siguen prefiriendo las grafías con ps-».3 Esto puede comprobarse en el gremio de los psicólogos (o sicólogos), que se inclina, casi siempre, por la escritura con p, pues alegan, por lo menos algunos profesionales de esta ciencia, que, sin esta letra inicial, el término sicología podría entenderse como «estudio de los higos»,4 compuesto de σῦκον (sŷkon), higo, y -logía, estudio, tratado, ciencia. «Pero, en honor a la verdad, esta confusión es muy difícil que se presente en la vida cotidiana».5
Por este motivo, el médico Estanislao Lluesma Uranga sostuvo: «Constituye, pues, una barbaridad semántico (sic) y etimológica escribir “sicología” en vez de “psicología”, como han querido poner de moda ciertos irrespetuosos elaboradores pseudopragmáticos de idiomas “básicos”; las lenguas latinas son originariamente griegas, guste o no».
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Así y todo, «la verdad es que en castellano el sonido inicial ps es bastante violento, y por eso lo corriente, tanto en España como en América, es pronunciar simplemente sicología. Por otra parte, nuestro idioma, diferenciándose del francés o del inglés, no se preocupa mayormente por conservar la ortografía etimológica; prefiere la ortografía fonética y tiende por lo mismo a escribir como se pronuncia».7
Algo similar sustentó el académico y fonetista colombiano Luis Flórez: «Se escribe psicología, psicólogo, psicoterapia, psiquiatra, etc., con “p” inicial —que procede del griego—, pero en castellano esas palabras se pronuncian corrientemente sin tal “p”: sicología, sicólogo, sicoterapia, siquiatra, etc.».
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Conclusión: El maestro José Martínez de Sousa, «la persona que más sabe de ortografía y de ortotipografía española»,9 al tratar sobre los grupos consonánticos ps- y -pt-, preceptúa: «En realidad, en todos esos casos hay que atender a la pronunciación real de quien escribe: puesto que ambas grafías, la simplificada y la compleja, están admitidas, cada cual debe utilizar aquella que realmente emplea, de modo que, si lo que pronuncia es sicología, no hay razón alguna para que escriba psicología».10 Por eso mismo, «la tendencia general debería ser la de escribir s en lugar de ps, tanto inicial como interior».11


Sin otro particular, me despido atentamente de usted,


CLEÓBULO SABOGAL CÁRDENAS

Jefe de Información y Divulgación

1 El filólogo y lexicógrafo Julio Casares Sánchez fue nombrado secretario perpetuo de la Real Academia Española en 1939.

2 José Martínez de Sousa. Diccionario de usos y dudas del español actual. 3.ª ed. Barcelona: Spes, 2001. p. 469.

3 Manuel Seco y Elena Hernández. Guía práctica del español actual: Diccionario breve de dudas y dificultades. Madrid: Espasa, 2005. p. 266.

4 Cfr. Avelino Herrero Mayor. Cosas del idioma. Buenos Aires: Troquel, 1959. p. 44.

5 Selecciones del Reader’s Digest. La fuerza de las palabras. México: Impresora y Editora Mexicana, 1977. p. 386.

6 Estanislao Lluesma Uranga. Diccionario de medicina. Buenos Aires: Schapire, 1968. p. 492.

7 Humberto Toscano. Hablemos del lenguaje. Nueva York: Joshua B. Powers, 1965. pp. 290-291. 8 Luis Flórez. Apuntes de español. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo, 1977. p. 15.

9 Alberto Gómez Font. Donde dice… debiera decir. Gijón: Trea, 2006. p. 205.

10 José Martínez de Sousa. La palabra y su escritura. Gijón: Trea, 2006. p. 297.

11 José Martínez de Sousa. Ortografía y ortotipografía del español actual. 2.ª ed. Gijón: Trea, 2008. p. 81.

1 comentario:

felipe naranjo dijo...

excelente. muchas gracias, ayuda definitivamente a considerar más nuestra lengua castellana no solo como la lectura de letra por letra sino de palabras que deben ser usadas eficazmente pensando siempre en el referente de quien se habla y el publico a quien se dirigen tales palabras. nuevamente, mi más sincero agradecimiento.